Palaeocarcharodon orientalis. Los mejores dientes de tiburón calidad – precio

Género: Palaeocarcharodon

Especie: Palaeocarcharodon orientalis

Introducción

Los dientes de Palaeocarcharodon orientalis son unos de mis fósiles de tiburón favoritos. Preciosos, aserrados, afiladísimos, de un tamaño considerable y se pueden encontrar a un precio mucho más que asequible. ¿Qué más les podemos pedir? Pues resulta que este enigmático tiburón, extinto en el Paleoceno, ha generado grandes debates sobre la evolución de especies tan icónicas como el gran tiburón blanco o el megalodón. En este post, te mostraré sus características principales, cómo diferenciarlo de otros parecidos, cuál es su precio aproximado y el trasfondo evolutivo de Palaeocarcharodon orientalis.

Palaeocarcharodon orientalis es considerado, actualmente, el único miembro válido del género Palaeocarcharodon (Sinzow, 1899). Hace unos años se pensaba que compartía género con otra especie, Palaeocarcharodon landanensis, pero ya a finales de los 90 se determinó que eran la misma especie, y solo se mantuvo P. orientalis. Este tiburón lamniforme, perteneciente a la familia Cretoxyrhinidae, habitó los océanos durante el Paleoceno, entre 61.7 y 55.8 millones de años, y ha despertado especial interés entre coleccionistas de dientes fósiles.

Palaeocarchardon landanensis recibió su nombre por el lugar en el que el paleontólogo Maurice Leriche lo descubrió por primera vez, la región de Landana, en Angola, actualmente conocida como (no te rías) Cacongo. 

¿Cómo se puede identificar un diente de Palaeocarcharodon orientalis?

Normalmente, para identificar un diente de tiburón es imprescindible saber su edad y el lugar donde se encontró. Sin embargo, reconocer un diente de Palaeocarcharodon es muy sencillo solo con mirarlo. Solo tienes que fijarte en esto:

  • Forma: es muy fácil de reconocer. Son, triangulares y comprimidos labio-lingualmente, muy finos. Presentan dos cúspides laterales, una a cada lado de la corona principal, también muy comprimidos. La corona principal de los dientes anteriores tiene una forma triangular casi perfecta, mientras que la de los dientes laterales se inclinan hacia el interior de la boca, aspecto que se acentúa mucho más en los dientes posteriores. Esta inclinación está mucho más marcada en los dientes superiores que en los inferiores, siendo estos en general, más estrechos y con la punta más afinada.
  • Aserraciones: presentan aserraciones gruesas y poco uniformes a lo largo de todo el borde del diente, incluyendo las cúspides laterales. Las aserraciones de los dientes laterales son a menudo más gruesas que las de los dientes anteriores, no existiendo diferencias significativas entre las aserraciones de los dientes de la mandíbula superior e inferior.
  • Raíz: la raíz es otro de los puntos clave para identificar dientes de tiburón. En este caso, tienen una raíz muy poco desarrollada en comparación con la corona. Es fina y suele ser estrecha, con dos lóbulos bien definidos, separados por un área en forma de U.
  • De tamaño moderado: No son los dientes más grandes que te vas a encontrar, pero tampoco los más pequeños. Generalmente miden unos 3 – 4 cm, sin embargo, se han encontrado especímenes marroquíes que alcanzan entre 5 y 6 cm.

En definitiva: si es plano, triangular, con unas aserraciones gruesas e irregulares, tiene cúspides laterales también aserradas y una raíz poco desarrollada, te encuentras ante un diente de Palaeocarcharodon orientalis.

¿Con qué otras especies se puede confundir?

Aunque sus dientes son fácilmente identificables, hay dos especies con las que se podrían confundir si no se presta atención a los detalles, o nos encontramos ante dientes incompletos: Carcharodon carcharias y Otodus sokolowi.

  • Carcharodon carcharias: Por su parecido con los dientes del gran tiburón blanco, a P. orientalis se le conoce como tiburón blanco pigmeo. Se asemeja sobre todo en las aserraciones, ambas son gruesas y poco uniformes. La forma de la corona principal es muy parecida, siendo ancha, triangular y plana. Se pueden diferenciar muy fácilmente mirando dos cosas: si no tiene cúspides laterales, no es P. orientalis, pero si las tiene puede ser también un juvenil de Carcharodon carcharias. La clave nos la dará la raíz. Aunque ambas sean finas y poco desarrolladas, la raíz de P. orientalis tiene dos lóbulos bien definidos y un área central en forma de U, mientas que la de C. carcharias es mucho más recta en su parte basal.
  • Otodus sokolowi: Sus principales semejanzas son las cúspides laterales que se encuentran en ambas, y el borde aserrado, pero las aserraciones de O. sokolowi son más finas y uniformes. Además, suelen ser bastante más grandes y, sobre todo, con raíces mucho más robustas que las de P. orientalis. Para terminar, O. sokolowi suele presentar un cuello o bourlette en forma de V entre la raíz y la corona de la que P. orientalis carece.

¿Dónde se pueden encontrar dientes de Palaeocarcharodon orientalis?

Los dientes de Palaeocarcharodon orientalis se pueden encontrar en muchas partes del mundo, pero no son tan comunes como los de Otodus obliquus o los de Otodus megalodon.

Marruecos es, con diferencia, el lugar donde han aparecido una mayor cantidad de dientes de P. orientalis. La mayoría proceden de la cuenca de Ouled Abdoun en Khouribga. Sin embargo, también se han encontrado ejemplares en otras partes de África occidental, en Estados Unidos y Rusia.

El debate evolutivo de Palaeocarcharodon orientalis

La importancia de Palaeocarcharodon orientalis va más allá de su belleza estética. Este género ha sido el centro de un intenso debate sobre la evolución de los grandes tiburones.

  • Primera hipótesis, antepasado del gran tiburón blanco: Propone una línea evolutiva que conecta a Palaeocarcharodon con el gran blanco actual (Carcharodon carcharias), algo que podría tener mucho sentido a nivel morfológico porque poseen características similares, sobre todo en los dientes de tiburones blanco juveniles. Sin embargo, actualmente es una teoría que se considera poco probable y está prácticamente descartada. Hoy en día se piensa que el antecesor directo de Carcharodon carcharias es Carcharodon hastalis, un tiburón con dientes muy similares a los de tiburón blanco, pero con un borde completamente liso, sin aserraciones. Las semejanzas morfológicas entre Palaeocarcharodon y C. carcharias se habrían producido por convergencia evolutiva.
  • Segunda hipótesis, pariente del megalodón: Sugiere que a partir de Cretalamna surgieron otras líneas evolutivas. Una de ellas sería la que inicia en Otodus obliquus, que acabaría finalizando en Otodus megalodon. Otra línea sería la de Palaeocarcharodon, que no dejaría descendencia. Según esta teoría, P. orientalis y O. megalodon compartirían antecesor común, y ambas especies habrían desarrollado aserraciones de forma independiente.

En definitiva, no hay ninguna teoría que esté completamente aceptada, y es necesario seguir estudiando los restos de estas especies más allá de los dientes, que ofrecen información limitada y ya ampliamente estudiada.

¿Cuánto cuesta un diente de Palaeocarcharodon orientalis?

Finalmente, la gran pregunta. ¿Por cuánto puedo comprar un diente de Palaeocarcharodon orientalis? Pues depende, como pasa con todos los dientes de tiburón fósiles, de su rareza, conservación y tamaño.

Como habéis leído un poco más arriba, los dientes de P. orientalis no son raros, pero tampoco se encuentran a miles, como los dientes de O. obliquus, Cretalamna y otros tiburones más comunes. Es más, al ser tan finos y con una raíz tan delicada, lo más normal es que se encuentren rotos, pero lo cierto es que por unos pocos euros ya puedes encontrar ejemplares decentes, muy lejos de los más de 100€ que podría llegar a costar un diente de tiburón blanco del mismo tamaño y calidad.

A la hora de comprar un diente de P. orientalis te debes de fijar en su procedencia. Más del 90% de los dientes de esta especie que te encontrarás en el mercado, proceden de Marruecos. Eso nos da una pista de su autenticidad, pero también nos hará saltar todas las alarmas, porque muchos de los dientes de ese país están reconstruidos. No tiene nada de malo comprar un diente que se encontró roto y ha sido reparado, pero debemos ser conscientes de ello, porque su precio bajará de forma considerable.

Si no vemos masilla por la raíz, es buena señal. Y por último, el tamaño. Los dientes baratos son los que miden de 3 a 5 cm. Si el diente se acerca a los 6 cm, su precio subirá considerablemente. Dicho esto, un diente de Marruecos, de unos 4 cm y en perfecto estado, sin roturas ni reparaciones, se pueden encontrar por entre 10 y 15 € en el momento de escribir este artículo. Este precio debería de bajar si está reconstruido, no necesariamente si es más pequeño, y subirá si es de una localización rara o si se acerca a los 6 cm. ¿Cuánto sube? Pues ahí ya depende de lo que uno esté dispuesto a pagar, pero no sería una locura doblar el precio de un diente “normal” como el que he descrito antes.

Conclusión

Palaeocarcharodon orientalis es, sin duda, uno de los fósiles más intrigantes del Paleoceno. Su inconfundible morfología, la calidad estética de sus dientes y su papel en el debate evolutivo sobre el gran blanco lo convierten en una pieza esencial para coleccionistas y aficionados a la paleontología. Conocer estos detalles no solo te ayudará a identificar un diente auténtico, sino también a apreciar la rica historia que cada fósil encierra.

Bibliografía

  • Case, G. R. (1989). Palaeocarcharodon orientalis (Sinzow) (Neoselachii: Cretoxyrhinidae), from the Paleocene of Maryland, USA. Palaeovertebrata.
  • Diedrich, C. (2013). Evolution of white and megatooth sharks, and evidence for early predation on seals, sirenians, and whales. Natural Science, 5, 1203–1218. https://doi.org/10.4236/ns.2013.511148

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